Grosjean explicaba sobre la cueva: “Al explorar las paredes no pudo menos que sorprendernos la diversidad de dibujos de animales, cruces, personajes, improntas y figuras geométricas que la ornamentan” a la vez que matizaba que esta hallazgo ha sido casi por azar puesto que su grupo de espeleólogos e investigadores hacen exploraciones en la zona con bastante frecuencia.
En la cueva destaca un gran mural con pinturas, mide 15 metros de longitud por 5 metros de alto y “revelan posibles rituales o expresiones artísticas de esta emblemática cultura. Es rico en figuras geométricas, personajes, fauna, mamíferos, algo que no es común. Nunca antes se habían encontrado murales con tanta variedad como este. Hay cientos de figuras”, dijo.
Llama la atención de las pinturas aquella en la que un guerrero, con escudo y arma, lucha con otro que apunta a una especie de pájaro.
Importante hallazgo que podría ser determinante para comprender el alcance histórico del descubrimiento. La importancia de esta cueva estriba en lo que nos hace conocer de los periodos de la Tierra y de la Humanidad, al ocaso del "Hombre de Neandhertal" que estuvo presente en la Península Ibérica.